Cómo gestionar los parásitos en el gallinero de forma natural y efectiva
Los parásitos, tanto internos (como las coccidias o los nematodos) como externos (como el ácaro rojo), forman parte del entorno natural. No siempre representan un problema, pero cuando las condiciones del gallinero favorecen su proliferación, pueden afectar la salud y el bienestar de las gallinas.
Por eso, aprender a gestionar el entorno y mantener un buen equilibrio es clave para prevenir infestaciones y evitar tener que recurrir a tratamientos agresivos. A continuación, te explicamos algunas acciones que pueden ayudarte a controlarlos de forma eficaz y, siempre que sea posible, natural:
La base de cualquier estrategia preventiva es una buena higiene. Es importante:
- Retirar el estiércol con frecuencia.
- Aplicar biocidas naturales o autorizados para desinfectar.
- Utilizar productos secantes que reduzcan la humedad, ya que los ambientes húmedos favorecen la aparición de parásitos.
Cuando las gallinas utilizan siempre las mismas zonas, se acumula materia orgánica y humedad que puede atraer parásitos. Para evitarlo:
- Favorece un uso homogéneo de toda la superficie disponible
- Rota los patios periódicamente o valora el uso de gallineros móviles para regenerar el suelo.
Un método de desparasitación natural muy eficaz es ofrecer baños de arena y ceniza. Estos baños ayudan a las gallinas a mantener la piel y las plumas limpias, reduciendo así la presencia de parásitos externos como el ácaro rojo.
- La tierra de diatomeas es una alternativa natural muy potente. Se puede aplicar:
- Directamente en la mezcla de arena y ceniza.
- Mezclada con el pienso, actuando desde el interior.
- Este producto actúa como un abrasivo microscópico que daña a los parásitos sin afectar a las gallinas.
Algunas plantas medicinales como el orégano y el tomillo tienen propiedades antiparasitarias. Añadirlas a la alimentación o dejarlas al alcance de las gallinas puede ayudar a mantener los parásitos bajo control de forma natural y sin efectos secundarios.
En casos más graves o persistentes, puede ser necesario:
- Aplicar antiparasitarios veterinarios, siempre bajo asesoramiento profesional.
- Realizar un vacío sanitario, dejando el gallinero vacío unos días para romper el ciclo de vida de los parásitos.
Con una buena gestión del entorno y acciones preventivas sencillas, se puede reducir notablemente la presión parasitaria y fomentar un entorno más saludable, equilibrado y respetuoso con las gallinas y el medio ambiente.