El Scaphoideus Titanus es el vector principal de la flavescencia dorada, una enfermedad de cuarentena causada por fitoplasmas, que puede provocar graves daños en las cepas, reduciendo la producción de uva y, en casos extremos, la muerte de la planta. La flavescencia dorada es una amenaza para la viticultura que requiere una vigilancia constante.

Después de hibernar, el Scaphoideus Titanus hace la puesta de las larvas durante los meses de abril y mayo. Éstas pasan por diferentes estados larvarios y, a partir de finales de junio, se convierten en adultos y permanecen en el viñedo hasta principios de octubre.

La gravedad de la flavescencia dorada obliga a mantener una buena protección del viñedo con la utilización de material vegetal sano y realizando tratamientos de forma rigurosa que se basan en tres aplicaciones. El primero entre tres semanas y un mes después de las primeras eclosiones, otro quince días después de la aplicación del primero y el último, treinta días después de este segundo tratamiento.

Según la información recibida desde la estación del Servei de Sanitat Vegetal, algunos de los municipios del Baix Empordà, del Gironès y del Pla de l'Estany, requerirán tres tratamientos obligatorios. Por lo que respecta al resto de municipios del Alt y el Baix Empordà sólo será obligatorio un tratamiento.

En este sentido, para el viñedo convencional, se recomiendan Flupiradifurona, Acetamiprid y Lambda-cihalotrin, utilizadas en este orden y que puedes encontrar en nuestras tiendas.

Para la lucha contra la flavescencia dorada en ecológico, se recomienda el uso de piretrinas naturales. En SAIGA trabajamos con Pirecris de Seipasa*. Su formulado está diseñado para actuar como materia activa con efecto insecticida y es 100% natural.

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